Riscal inscribe varias parcelas y decidirá en el futuro qué etiqueta como viñedo singular
Por Iñaki García | Fotos Justo Rodríguez
Pese a las dificultades de la pasada vendimia, la más temprana de la historia de Rioja y con muy poco tiempo de la aprobación por parte del Consejo Regulador de las especificaciones para los vinos de viñedo singular, Marqués de Riscal ha decidido aprobar la trazabilidad específica y separada que sigue el viñedo singular para numerosas parcelas de su propiedad, quizá la mayor apuesta por el momento de una bodega: «Queremos estar preparados y hemos hecho una selección de viñedos que consideramos que tienen esa singularidad que exige la nueva normativa, lo que no quiere decir que todos ellos acaben etiquetándose como tales», explica Fernando Salamero.
En este sentido, Salamero, también presidente del Consejo Regulador de Rioja, recuerda que «una cosa son las solicitudes y otra los informes técnicos que acreditan la singularidad de estos viñedos que, a su vez, deben ser convalidados por los servicios técnicos del Consejo». «Veremos en el futuro –continúa– cuáles son finalmente las parcelas que incorporamos, pero, de momento, queríamos estar preparados desde un comienzo».
Así las cosas, el bodeguero considera «muy interesante» cualquier nueva fórmula que sirva a Rioja para satisfacer una demanda de consumidores que reclaman más información sobre el origen: «Marqués de Riscal ha sido pionero a la lo largo de toda su historia:fuimos la primera bodega en elaborar ‘vinos modernos’ en el siglo XIX, la primera en lanzar vinos renovadores como el Barón de Chirel a mediados de los ochenta del siglo pasado y la primera en apostar a tope por el enoturismo con la combinación de vanguardia y tradición», explica Salamero. «Tenemos, por supuesto, pagos históricos y con personalidad para etiquetarlos como viñedo singular, por lo que vamos a estar ahí, pero Riscal siempre se ha distinguido por elaborar grandes vinos también de mezcla de parcelas y variedades, por lo que para nosotros es una opción más».