La bodega segmenta su finca con treinta vinificaciones diferentes en su apuesta por los viñedos singulares
Por Sergio Moreno| Fotos Justo Rodríguez
Reconocer y revalorizar. Son las palabras que mejor definen el trabajo que se está haciendo en Bodegas Marqués de Vargas (Logroño). Reconocer y revalorizar. Es un trabajo minucioso, exhaustivo, que requiere de mucho esfuerzo, una gran inversión económica y de tiempo... pero que merece la pena. Reconocer y revalorizar... el suelo. Es el proyecto central que la enóloga Ana Barrón está desarrollando en Marqués de Vargas. Lleva dos años estudiando el suelo de su la finca «para, a partir de este elemento, seguir creciendo». Y crecer, en Marqués de Vargas, significar aumentar la calidad. En este sentido, a Vargas le viene como anillo al dedo la nueva apuesta del Consejo por la singularidad. «Por fin se reconocen los viñedos singulares y ahora somos nosotros los que debemos revalorizar los vinos que de aquí surgen».
Ana Barrón está empeñada en conocer hasta el más mínimo detalle del suelo sobre el que viven sus viñas, sus uvas y sus vinos. «Estamos cartografiando toda nuestro finca. Se trata de saber lo que tenemos y de ahí este estudio», apunta. Desde este conocimiento del suelo, «en Marqués de Vargas vamos a saber explicar nuestra singularidad a través de los vinos».
Sabían que disponen de 16 parcelas únicas en Rioja, todas ellas muy especiales y singulares. Pero están yendo mucho más allá. «Son 16 parcelas que estamos sectorizando a través de los diversos estudios. Y, con cada sector diferenciado, elaboramos siempre por separado los vinos». Al final, más de 30 elaboraciones diferentes de donde surgirán los diversos y excelentes vinos de este referente en cuanto a calidad en Rioja. Así, Marqués de Vargas defiende la tipicidad del suelo, del clima, de la orientación... en Marqués de Vargas. «Sabemos en todo momento qué comportamiento tiene nuestro viñedo porque lo trabajamos a partir de sectores muy concretos que en sí mismo son únicos», señala Ana Barrón.
Se trata desde un principio de reconocer y revalorizar, para seguir haciendo vinos de referencia. Por eso existe en el ADN de esta bodega una conexión especial con un entorno único que conviene defender ante los avatares de las infraestructuras de un punto clave en La Rioja. «Esto nos lo da la tierra y el clima tan concreto de este lugar. Reconocer, revalorizar para conservar y proteger».
Trabajo meticuloso
Ana Barrón disfruta en el viñedo. Sufre por la sequía y piensa en el futuro. Trabaja sobre el mismo campo. Cava y hace cavar, mueve y remueve, conoce el suelo y lo quiere conocer aún más. Hasta donde haga falta. Viñedo tras viñedo, parcela tras parcela, sector tras sector... Ana Barrón sabe lo que necesita casi cada cepa. «La uva del año que viene ya la hemos hecho», apunta en un momento de la visita, mientras observa que hay que mejorar la presencia de árboles en la finca con el objetivo de ayudar las viñas. Todo tiene sentido.
Marqués de Vargas
Multivarietal de varias parcelas de la finca, algunas de las cuales irán para el futuro vino de Vargas de viñedo singular
Añada. 2010.
Precio. 99,95€.