El futuro es el pasado

Rioja Baja: es la zona (subzona) más desconocida para el gran público. Nuevas bodegas y nuevos vinos de otras no tan recientes piden paso. Descubre nuevos vinos para disfrutar y comprobar que Rioja no es sólo tempranillo

Por Alberto Gil | Fotos Juan Marín

Oculta durante décadas como ‘proveedora’ de uvas, especialmente garnachas, para vinos históricos de bodegas de La Rioja Alta, la subzona (ahora zona) Rioja Baja comienza a construir su identidad. Pese a que la gran mayoría de bodegas elabora sus vinos con uvas de la comarca, sólo una, Viñedos Ruiz Jiménez (Aldeanueva de Ebro) exhibe hasta ahora en sus etiquetas la indicación ‘subzona Rioja Baja’, a la que se ha sumado también desde esta vendimia Ilurce (Alfaro).

Sin embargo, nuevos proyectos, algunos de pequeño tamaño y otros de mayor calado, apuestan por la identidad de una comarca, desconocida y tratada en ocasiones injustamente, en la que casi todo está por contar. lomejordelvinorioja reúne a su equipo de cata para, con una amplia muestra de la región, mostrar la diversidad de los vinos de la comarca, agrupados bajo una misma nomenclatura pero que en la que poco o nada tienen que ver los viñedos de las zonas del valle con las viejas cepas históricas de las estribaciones del sistema Ibérico, como tampoco las comarcas más occidentales con las más orientales de esta vasta extensión geográfica conocida como ‘Rioja Baja’. La propuesta de cata comienza con un grupo de vinos de tempranillo, seguida de dos tandas de garnachas y una final de gracianos de diferentes bodegas de la comarca.

Casi veinte vinos que dejan conclusiones notables: «No hay que tener miedo, trabajando bien la viticultura y la enología, obviamente adaptada a la zona con mayor integral climática de Rioja, se pueden hacer grandes vinos», concluye el bodeguero y profesor Juan Carlos Sancha. Lo cierto es que hace quince o diez años sería imposible hacer una cata como la planteada: la aparición de nuevos proyectos y bodegas y la toma de conciencia de otras no tan nuevas permiten aventurar que queda mucho por hacer.

Juan Carlos Sancha. Enólogo y bodeguero
«Hay que perder el miedo; trabajando bien en viñedo y en bodega hay grandes vinos»
Goyo Gordaliza. Agrónomo y enólogo
«La riqueza, y lo que hay que defender, es la diferencia: en garnacha y en tempranillo»
Raúl Martínez. Sumiller
«La garnacha es el sello de identidad de la zona, que tiene viñedos de gran potencial»

Los tempranillos

Ortega Ezquerro (Tudelilla), con un crianza 2014 de tempranillo (80%) y garnacha (20%), San Esteban (Murillo), con su tempranillo 100% de la colección Antique de Tierras de Murillo, Marqués de Reinosa (Autol), con su reserva especial 2012, y Nestares Eguizábal (Galilea), con su Arzobispo Diego de Tejada 2007 abren la cata. Viñedos que en varios suben por encima de los 600 metros y que ponen en cuestión la propia Denominación de la comarca: «Rioja Baja trabaja también la variedad tempranillo desde hace tiempo y es cierto que es diferente al de Rioja Alta y Alavesa, pero no necesariamente ni mejor ni peor, y ahí está la riqueza, lo que debemos defender», apunta Goyo Gordaliza, ingeniero agrónomo y enólogo. «Con la garnacha –continúa– sucede lo mismo, pero hay muy poquita en el resto de la Denominación, así que, para mí, debe ser la gran seña de identidad de Rioja Baja».

Vinos muy correctos de tempranillo, bien trabajados en viñedo y en bodegas de zonas como Tudelilla, Murillo, Ocón o Galilea, que poco tienen que ver con las grandes vegas del Ebro y en las que la altitud y la frescura de los suelos muestran que también hay lugares aptos para este tipo de uva, incluso para el largo envejecimiento como muestra el Arzobispo Diego de Tejada.

Entre el tempranilllo y la garnacha, la propuesta de Luis Arnedo (Bodegas Lacus) con su Inédito 3/3, tempranillo en un 60%, pero con un 30% de garnacha y un 10% de graciano, que dan golosidad y ‘gracia’ a un vino pese a que acaba de ser embotellado y necesita su tiempo en la copa para oxigenarse.


Los vinos de la cata

Las garnachas

Son las garnachas, que por algo llevan siglos plantadas en toda la región vitícola, las que muestran la mayor identidad diferenciadora de la comarca: «Sigue habiendo un gran potencial en estos viñedos, la garnacha es el sello de identidad de Rioja Baja, con unos viñedos exclusivos que quizá no hemos defendido como deberíamos pero con garnachas que han sido un aporte exclusivo para la elegancia de vinos de Rioja Alta y que ahora podemos encontrar en vinos de bodegas de la zona, lo cual es una magnífica noticia», argumental el sumiller Raúl Martínez.

Las dos tandas de garnachas muestran una variedad de conceptos, incluso de climas, que refuerzan que el futuro de la comarca está en el pasado. Destacan las elaboraciones más ‘ligeras’ y delicadas de Viñedos Ruiz Jiménez (Valcaliente) o de Carlos Mazo (con su Costumbres de Vinos en Voz Baja). Las de Javier Arizcuren (Arizcuren Wines), con uvas de Quel y que en la añada 2016 ha optado por el envejecimiento del vino en ánforas de barro, o la de Alberto Ramírez (bodegas Las Cepas) en unos viñedos centenarios de Ausejo. Y, poco o nada, tiene que envidiar la segunda tanda de garnachas más potentes como Fincas de Azabache, de la nueva bodega para blancos y sus vinos ‘top’ de Viñedos de Aldeanueva y, especialmente, el Sueño de Amado, de Ilurce, una elaboración de una parcela centenaria de gran potencia y complejidad, calificado por la mayoría del grupo entre los mejores de la cata.

La mesa de cata: Raúl Martínez, Javier Arizcuren, Juan Carlos Somalo, Miguel Sáenz, Pablo Orío, Alberto Gil y Goyo Gordaliza.

Del valle a la sierra

A la par le acompaña La Mateo Garnacha Vieja, el icono de las nueva gama de vino con el Bodegas d. Mateo, que ha irrumpido con fuerza en el mercado mientras que Vinsacro, de Bodegas Escudero, muestra la raza de los viejos viñedos de la cara sur de Yerga, con garnacha predominante (70%) de un conjunto con tempranillo, graciano y mazuelo. Como cierre de la tanda, Bagordi Garnacha 2001, un vino histórico de esta variedad que demuestra qué injustamente ha sido tratada por su supuesto defecto oxidativo y sus hipotéticas limitaciones para el envejecimiento: «Quizás hay menos reconocimiento y menos bodegas históricas, pero desde luego la calidad de vinos es impresionante», sostiene el ingeniero agrónomo y enólogo Pablo Orío.

La cata entra en territorio de gracianos, una variedad que no tiene problemas de maduración en la comarca y que aporta frescura y rotundidad. Barón de Ley (Mendavia) apostó por ella con su colección de varietales de Ausejo, así como Navarrsotillo, con el Magister Bibendi Reserva 2010, la bodega de Calahorra especializada en vinos ecológicos pero con viñedos en la ‘Navarra de Rioja Baja’ (Andosilla). La cata la cierra el Culto 2015 de Fincas de Azabache para una uva difícil, que históricamente siempre ha sido un gran complemento.

De hecho, hubo muchos vinos varietales en la cata –con la idea de mostrar un amplio abanico–, aunque, en este sentido, Juan Carlos Somalo advierte también ante posibles tentaciones: «No soy muy de vinos varietales; es muy difícil hacer un gran vino de una variedad y Rioja siempre ha mezclado vinos de diferentes uvas y procedencias». «Quizá la mejor noticia –continúa– es que hay vinos en Rioja Baja y, ahora también, hay bodegas para trabajar coupages de ensamblaje varietal e incluso de diferentes procedencias desde esta comarca».

Pablo Orío. Agrónomo y enólogo
«La calidad de los vinos está ahí, aunque a priori tengan un menor reconocimiento»
Juan Carlos Somalo. Enólogo
«Quizá la mejor noticia es que ya no solo hay uvas sino también bodegas»
Javier Arizcuren. Viticultor y bodeguero
«Hay que revertir la tendencia y recuperar los viñedos históricos»

¿Rioja Oriental?

Las organizaciones del Consejo Regulador, a propuesta de cooperativas y Asaja, plantearon el cambio de nombre de la zona Rioja Baja por Rioja Oriental. Una decisión que, quizá, debería consultarse más con las bodegas de la zona porque no parece un sentir excesivamente mayoritario. Francisco Ruiz Jiménez, el hasta ahora único elaborador que lleva ‘Rioja Baja’ en la etiqueta confirma que es posible que elimine la indicación de zona si se cambia el nombre. Carlos Mazo, cuyo proyecto se llama ‘Vinos en Voz Baja’ en referencia a la comarca, tampoco apoya el cambio de denominación. Pero no son los únicos: Carmelo Ezquerro (Tudelilla), Nestares Eguizábal (Galilea), Bodegas y Viñedos Ilurce (Alfaro) son también ejemplos de bodegas que no quieren la denominación Rioja Oriental. Tampoco lo ve claro Javier Arizcuren, quien argumenta que «si se propone cambiar el nombre quizá habría que plantearse también qué vamos a hacer con la zona y la comarca». «Un cambio de nombre por sí –continúa– no nos lleva ningún lado».

Mazuelo y garnacha de Quel

El equipo de cata recibió en esta ocasión a Javier Arizcuren, arquitecto de profesión y viticultor por pasión, que ha sido una de las sorpresas del año con sus vinos ‘Solomazuelo’ y ‘Sologarnacha’, pequeñas elaboraciones de viejos viñedos de Quel, en la cara este de la sierra de Yerga, con los que ha conseguido convencer a consumidores y crítica: «La clave está en trabajar los viñedos históricos que por diferentes motivos hemos ido abandonando», argumenta. «Rioja Baja tiene grandes posibilidades, pero hay que revertir la tendencia de pérdida de viñedos históricos de garnacha y mazuelos, que se han sustituido por tempranillos más cercanos al valle». El viticultor, que de esta última cosecha elaborará unas 15.000 botellas de sus dos vinos, considera que, pese a su éxito con el ‘redescubrimiento’ del mazuelo, «la palabra Rioja Baja debe ir vinculada a la garnacha porque hay una historia detrás de la zona que lo avala y es nuestro principal hecho diferencial».

Arizcuren echa mano de la tradición para justificar sus palabras: «Hace cien, o hace sesenta años, Rioja Baja era territorio muy dominante de garnacha; mi pueblo, Quel, tiene una antiquísima tradición de cultivo desde 350 a 700 metros». «La primera cooperativa de Rioja, San Justo, se fundó en el año 1946 en Quel y había entonces 350 calados en el barrio de las bodegas, con los vinos de garnacha como protagonistas e identitarios de la comarca».