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Una filosofía vital

Rufino Lecea regresó de Almería a San Asensio al sentir la ‘llamada’ de la tierra y el viñedo

Por Alberto Gil | Fotos Justo Rodríguez

La de Rufino Lecea es, probablemente, la bodega más pequeña de Rioja. Apenas 2.000 kilos de uva y 1.800 botellas que elabora en el antiguo calado familiar de San Asensio, en el barrio de las bodegas. Cuatro barricas de un viñedo de 37 años que Rufino plantó con su padre y con su hermano, en el paraje de ‘Reminde’ – derivación de ‘larramendi’ en euskera (‘monte de pastos’)–: «Son suelos pobres, de la lengua arcillo-calcárea que cruza el Ebro desde la Sonsierra y que sacan lo mejor del tempranillo», explica el viticultor.

Rufino Lecea compatibiliza su «afición» con la profesión de enseñar Filosofía a adolescentes: «Sí, tiene mucho que ver la filosofía con el vino...», apunta entre risas. De hecho, el viticultor actualiza en su web el blog, ‘Una copa de filosofía’, donde el lector puede encontrar propuestas de maridaje entre reflexiones de lo más variopintas, tratados científicos, libros, pintura, gastronomía... y vinos.

El pequeño bodeguero está esperanzado con la nueva categoría de vinos de viñedo singular: «Es necesaria una diferenciación para que las familias, los pequeños viticultores, puedan encontrar su espacio». En este sentido, Lecea lamenta la pérdida de cultura vitivinícola, de tradición en el cultivo y la elaboración en Rioja por la ‘estandarización’ del mercado: «Si Rioja es hoy lo que es, en gran parte es gracias a los viticultores y estamos perdiendo esa razón de ser». En su caso, trabajaba de profesor en Almería y, un día, propuso a su familia volver a las raíces:«Supongo que fue la nostalgia, pero soy feliz cuando voy trabajar la viña».

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Rufino Lecea, en su viñedo de San Asensio, con Davalillo al fondo

En el viñedo, dos hectáreas de, de las que una parte de tempranillo, ha catalogado como viñedo singular, Rufino Lecea alza la vista hacia el castillo de Davalillo y el fondo de la Sierra de Cantabria: «El monte marca las horas, sabes... Cuando tu sombra apunta a aquellas marcas del Toloño son las dos de la tarde y también allí, en la cumbre de la ‘Artesilla’ (Samaniego), a esa misma hora se dibuja una sombra delgada con forma de mujer y cabeza abultada; la artesilla es la cesta que llevaban las mujeres en la cabeza con la comida para el viticultor y las dos es la hora de comer en la viña». «Esa cultura –continúa–, ese conocimiento, es el que no podemos perder».

Reminde 2015

Bodegas Reminde

El viñedo. Tempranillo de 37 años en suelos arcillo calcáreos de San Asensio. Elaborado en un calado histórico. La cosecha 2017 será de viñedo singular.
Precio. 8,5€ (en bodega)