Abel Mendoza cree que Rioja seguirá siendo tempranillo pero advierte de que cada vez más necesita complementos
El graciano. Es la variedad del futuro «por el cambio climático y por sus propias caracterÃsticas». Asà de claro lo tiene el viticultor de San Vicente Abel Mendoza. La Sonsierra y sus cercanÃas son el hábitat ideal del tempranillo, donde esta variedad se expresa al tiempo de forma rotunda y elegante y desde donde Abel Mendoza firma algunos de los mejores vinos de Rioja. «El tempranillo es y será la enseña de Rioja, pero se puede mejorar con variedades minoritarias como, por otra parte, siempre ha sucedido hasta que hemos ido arrancándolas».
Graciano/Garnacha grano a grano
El yin y el yang, según el propio viticultor por la dulzura (garnacha) y nervio (graciano). Precio 43 euros.
- Bodegas Abel Mendoza
- Ctra. Peñacerrada, 7, 26338 San Vicente de la Sonsierra, La Rioja
- 941 308 010
Mendoza tiene claro que el cambio climático pasa factura al tempranillo, con menores acidez y un pH más alto y, en este sentido, considera que el graciano y la garnacha (de ciclo más largo) son fundamentales para el futuro. «El problema del graciano en estas zonas más frescas», apunta el viticultor, «es que hay que adecuar la producción en función de cada año meteorológico». «Requiere –continúa– más trabajo vitÃcola porque hay que domar a la ‘bestia’ y eso significa bajar producciones para alcanzar la maduración».
Abel Mendoza, que quizá elabora el mejor varietal de graciano de España con su Grano a Grano, acaba de sacar al mercado un peculiar 50% de garnacha y 50% graciano: «Es el yin y el yang, la dulzura de la garnacha con la acidez y el nervio del graciano». Además de los tintos, el viticultor está situando a la viura en su sitio y, al mismo tiempo, a las uvas minoritarias autóctonas (malvasÃa, garnacha blanca, tempranillo blanco y torrontés), con vinos varietales y su espectacular 5V en el que mezcla todas ellas: «SÃ, el tema de los blancos es una cabezonada personal; somos especialistas en Rioja en maltratar lo nuestro, salvo Pedro López de Heredia y los suyos que aguantaron con la viura y otras minoritarias y ahora, por fin, se les reconoce que hacen el mejor blanco de Rioja». Respecto a su trabajo con varietales blancos, «siento debilidad por el hijo más débil, y ese el es torrontés; al menos es en el que más empeño pongo».