Regreso al pasado

La familia Lecea revive con orgullo la figura del histórico viticultor cosechero de Rioja

Bodegas Lecea. San Asensio. Dirección Calle Las Cuevas 246. Barrio de las Bodegas. San Asensio Teléfono +34 685 01 04 00 Web www.bodegaslecea.com Correo electrónico info@bodegaslecea.com

Regreso al pasado

La familia Lecea revive con orgullo la figura del histórico viticultor cosechero de Rioja

Bodegas Lecea. San Asensio. Dirección Calle Las Cuevas 246. Barrio de las Bodegas. San Asensio Teléfono +34 685 01 04 00 Web www.bodegaslecea.com Correo electrónico info@bodegaslecea.com

Alberto Gil Justo Rodríguez

El cosechero desapareció por «agobio mental». Es la tesis que sostiene Luis Alberto Lecea, viticultor y bodeguero de San Asensio, que ha recuperado a base de constancia una figura que ha sido clave para el desarrollo del vino de Rioja: «Hay 300 calados en San Asensio porque casi todos los viticultores elaboraban su cosecha y la vendían en pellejos». «Con la llegada del vino ‘moderno’, con los franceses a mediados del XIX, llegó el despalillado, la crianza y un concepto más ‘exquisito’ del vino, cuando hasta entonces era una bebida sana (el agua provocaba enfermedades) y calórica, parte de la dieta alimenticia».

El cosechero subsistió a la creación de grandes bodegas y, de hecho, empezó a vender sus pellejos a estas compañías, pero fue «la burocracia», hace unos 50 años, la que ‘acabó’ con él: «Las inspecciones sanitarias, las declaraciones obligatorias de cosecha... agobiaron a estos viticultores y la gran mayoría se fueron a las cooperativas», recuerda Lecea. Luis Alberto, sin embargo, siguió adelante: «Tenía viñedo, una bodega algo más grande que el resto y algunos estudios, así que pensé que podía embotellar los vinos». Hoy, con sus hijos y su mujer implicados al 100%, ha conseguido ser una de las bodegas más visitadas de Rioja.

Hace 15 días atendió a unas 3.000 personas en la Fiesta del Pisado (premiada como mejor iniciativa española de enoturismo en 2016), en la que mantiene la elaboración ancestral y pisado de la uva en los lagos de piedra y cemento. Pero Bodegas Lecea también elabora vinos de calidad, con depósitos de frío inoxidable y barricas, pero también con el viejo hormigón para reposar los vinos, que hoy está de moda, como protagonista. Un regreso al pasado que el viticultor tenía claro no podía perderse en el olvido: «Para nosotros, el enoturismo lo es todo; el 70% de nuestras ventas son directas en la bodega y la gente quiere conocer esta historia de Rioja que se estaba enterrando en el olvido». Lecea ha juntado cuatro viejos calados de los siglos XV y XVI, trescientos metros lineales, que sumergen al visitante en esa Rioja profunda y cargada de emoción y de historia. Hay que verlo.

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