COMPAÑÍA BODEGUERA VALENCISO. OLLAURI
El puzle de Valenciso
Hay bodegas clásicas y rompedoras junto a otras que unen estas dos sensaciones en un vínculo que despierta admiración
Nuestros vinos han estado siempre en un término medio entre tradición e innovación, o como nos dijo una experta en marketing, tenemos lo mejor de los clásicos y lo mejor de los modernos».
Un mensaje que resume esta especie de rompecabezas que resuelve Valenciso, donde Luis Valentín y Carmen Enciso ensamblan piezas con maestría para conseguir el vino que persiguen. «Tenemos la finura y delicadeza de un vino clásico y por otro lado la presencia de la fruta. La madera no toma el protagonismo, pero tampoco las concentraciones exageradas».
VALENCISO 10 AÑOS DESPUÉS
Precio 54 euros
'Experimento' de la cosecha 2010 con una larguísima crianza en cemento y roble caucásico.
Un ejemplo perfecto es su última criatura, el '10 años después', en el que sus mejores uvas reposan en hormigón entre cuatro y cinco años y luego crecen en madera del Cáucaso, donde antes se había domado el blanco de la casa. «Me gusta trabajar los vinos en cemento, con esa suntuosidad que le da y que preserva la fruta delicada. Elaboramos con tempranillo en ecológico y buscamos la elegancia y el volumen aromático, vinos que no te pesen en boca pero que la envuelvan». Vinos con amplitud, apuntaría yo, al catar con Luis el de la cosecha 2010.
«Los grandes vinos cumplen dos requisitos: crecen en la copa y tienen mucha persistencia, yendo de la mano. No estoy ni a favor ni en contra de las largas crianzas, depende de la uva que te llegue y del estilo del vino que quieras. El milagro de los riojas clásicos era conseguir largas estancias en barrica y vinos con mucha acidez, que se mantenían perfectamente en forma, es decir, auténticos vinazos».
Cuando nació Valenciso hace ya más de 20 años, estaba de moda acusar a Rioja –injustamente pienso yo– de falta de diversidad. «Creo que Rioja se puso las pilas y hoy en día el abanico es amplísimo. Junto a vinos de estructura y madera nueva, hay otros como el nuestro que muestran otro perfil más amable pero con igual o mayor complejidad», sostienen los bodegueros.