MARQUÉS DEL ATRIO. MENDAVIA

La tradición moderna

La quinta generación de los Rivero apuesta por nuevos vinos vinculados a la historia de la familia

MARQUÉS DEL ATRIO
Moderna nave de barricas de Marqués del Atrio.

A partir de 'El Rubio', una finca con viñedos de gran calidad ubicada en el entorno de la bodega de Marqués del Atrio en Mendavia, la quinta generación de la familia Rivero puso en marcha –en el 2007– su ambicioso proyecto, que pasaba por elaborar vinos de calidad, modernos pero que siguieran la centenaria tradición familiar.

Es el último proyecto, hasta el momento, de un grupo que está presente en Rioja (en Arnedo con Faustino Rivero Ulecia y en Mendavia con Marqués del Atrio), Requena, Ribera del Duero, La Mancha y Rías Baixas.

MARQUÉS DEL ATRIO RESERVA

Precio 9,50 euros

Variedad Tempranillo y graciano
MARQUÉS DEL ATRIO RESERVA

Con la materia prima que ofrecen viñedos de 50 años, una vendimia realizada a mano y un parque de 9.000 barricas repartidas a partes iguales entre roble francés y americano, surgen unos vinos que en buena parte tienen su destino en los mercados internacionales. Es por ello que sus elaboraciones responden a un vino más moderno que el que el grupo elabora en la bodega arnedana. Se trata de vinos donde la madera deja más sitio a la fruta, lo que les hace más fáciles de beber y de llegar a todos los públicos (incluso a los menos familiarizados con el Rioja), y además mantiene viva la especificidad del viñedo de donde procede.

Marqués del Atrio encarna el tope de gama de la producción del grupo en La Rioja, pero desde la bodega reconocen que, por su juventud y carácter, es un vino que tiene aún mucho camino para seguir evolucionando y hacer realidad el sueño de sus creadores.

Una de las vías por las que avanza Marqués del Atrio es en la mayor utilización de la variedad graciano, combinándola con otras uvas. Aunque forma parte de las 'tradicionales' de Rioja, el graciano había sido apartado de las materias primas de algunos enólogos, pero su recuperación aporta más color, acidez y tanino, lo que imprime un carácter diferente a los vinos, como quiere Marqués del Atrio.