BODEGAS VALDEMAR. OYÓN

La parcela como concepto de origen

Valdemar apuesta por los vinos varietales y parcelarios sin renunciar a la tradición

Cinco generaciones después, la historia de Bodegas Valdemar se explica con evidencias familiares de sabiduría popular y fuertes raíces viticultoras con el pasado. El espíritu centenario –130 años–, pionero y diferenciador ha cruzado el 'charco' para materializarse en la primera bodega no americana construida en Walla Walla. «Nuestro concepto de origen son los viticultores y las parcelas», explica Antonio Orte, enólogo de este templo del vino situado en el término municipal de Oyón.

«Se está volviendo a ese origen. La diferencia entre parcelas favorece a los grandes vinos clásicos, pero también a los viñedos singulares», continúa en clara alusión a los monovarietales. «Hemos trabajado con maturana, graciano, tempranillo blanco, viura, tenemos proyectos con garnacha blanca... Creemos en la expresión de la parcela, aunque sin miedo a hacer otro tipo de vinos».

BALCÓN DE PILATOS MATURANA

Precio 21,5 euros

Variedad Maturana tinta
BALCÓN DE PILATOS MATURANA

La reencontrada maturana tinta de Navarrete, ejemplifica, «se había perdido y apostamos por ella». Ahora, madura en el Balcón de Pilatos, «un lugar privilegiado subiendo al León Dormido». 8,2 hectáreas con tres terrazas que miran hacia Oyón, Logroño y Sierra de Cantabria.

Ana Martínez Bujanda y Antonio Orte.

«En el año 75, mi padre estaba enamorado de los blancos franceses y decidió plantar blanco», recuerda Ana Martínez Bujanda, madre de la sexta generación familiar. 35 años después, el Finca Alto Cantabria –enclave arqueológico BIC e historia familiar, así como un suelo y características técnicas muy especiales– se presenta como viñedo singular. Vendimia manual seleccionada en cajas, elaboración con mosto flor, maceración pelicular durante 8 horas a 14 grados y fermentación y crianza en barricas de roble francés durante 7 meses.