Rioja, el mayor parque de barricas del mundo...,y mucho más
Conocida, y reglamentada, casi en exclusiva por la crianza del vino, la identidad de viñedos y nuevas, o viejas, formas de elaboración se abren paso en la DOCa.
Alberto Gil
Justo Rodríguez
El sistema tradicional de diferenciación de los vinos de Rioja lo marca el tiempo de estancia del vino en bodega. El éxito del modelo (crianza, reserva y gran reserva) es indudable y sigue siendo la principal forma de pedir un vino en la barra del bar: «Póngame un crianza, por favor».
Ahora bien, nada dice el pliego de condiciones sobre la calidad de las uvas que van a parar a cada una de las categorías –únicamente se regulan los tiempos mínimos en barrica y botella–, si bien el sector se encuentra en estos momentos trabajando en un Plan Estratégico 2020-2030, que pudiera traer alguna novedad en este sentido.
De hecho, la proliferación de vinos baratos, que aprovechan la categorización con calidades reales de vinos más bien limitadas, tensiona el sistema, aunque no es un fenómeno nuevo. En los años 90 del siglo pasado, un grupo de productores se desmarcó del establishment poniendo en el mercado vinos que daban más importancia al viñedo que a la elaboración en bodega o la crianza.
Lo hicieron, en muchos casos, con vinos 'contratiquetados' con el sello de genérico, de vino joven, incluso en rebeldía pese a cumplir con los tiempos de crianza o de reserva establecidos contra el sistema de categorización.
Paradójicamente, hoy en día muchos de estos vinos, y otros nuevos que han venido saliendo al mercado, están entre los más reconocidos por la crítica nacional e internacional pese a identificarse con la contraetiqueta más 'sencilla'.
Las barricas
Rioja es la región del mundo con el mayor parque de barricas el mundo (1.356.000) y, en un momento en que la demanda mundial de vinos presta más atención al viñedo y a los vinos más ligeros, la pregunta es si sobra madera.
De hecho, el profesor y bodeguero Juan Carlos Sancha, impulsor de las nuevas figuras de vinos de pueblo y de viñedo singular, sostiene que en la 'película' de Rioja el actor secundario, la madera, se ha convertido en protagonista y el principal, el viñedo, en secundario. José Hidalgo, consultor vitivícola, considera que el 'modelo' Rioja necesita ajustes, pero sigue siendo válido:«Es muy difícil renunciar a un sistema de categorización que ha funcionado y ha sido copiado en casi toda España». «Rioja es el 'inventor' del modelo y como tal debe seguir apostando por él, pero sí creo que se pueden hacer cosas».
En este sentido, Hidalgo cuestiona que se sigan exigiendo barricas de roble de 225 litros para poder reconocer una crianza en Rioja:«Vendría bien más flexibilidad;por ejemplo, hay variedades como la garnacha, que ahora están trabajando cada vez más bodegas, que tiene tiempos diferentes al tempranillo y también pide robles de capacidades más grandes».
Hidalgo sí celebra que se haya empezado a trabajar en el Consejo Regulador también en otras categorías, como los vinos de viñedo singular, de municipio y de zona que dan más peso a la viña que la bodega:«Hay que abrir el abanico y creo que es positivo empezar a clasificar, o cuando menos, reconocer determinados viñedos, aunque dudo mucho que en Rioja fuera realista una propuesta como la de Bierzo, que obvia totalmente las menciones tradicionales de crianza, y pone todo el foco en el viñedo».
«Rioja inventó el sistema de crianza y deber defenderlo, pero se pueden hacer ajustes también»
Sí entiende Hidalgo que, quizás aprovechando el Plan Estratégico, habría que revisar las menciones tradicionales:«Especialmente, para los vinos de reserva y gran reserva; se ha hecho con los viñedos singulares, exigiendo unas condiciones de cultivo y elaboración y, sobre todo, una segunda cata de los vinos que hay que superar para salir al mercado, pero no hay nada, más allá de los tiempos de estancia en barrica y en botella, que se exija para estos vinos y creo que habría que dignificarlos porque hay algunas botellas a precios que no lo hacen».
Amaya Cervera, periodista y fundadora del portal Spanish Wine Lover, no achaca a Rioja un perfil de vinos necesariamente maderizados:«Si por algo se ha caracterizado Rioja a lo largo de su historia es por el equilibrio;yo veo más problema de madera, por ejemplo, en Ribera del Duero». La periodista sí considera que al vino español, en general, le cuesta cambiar el chip. «No digo que Rioja deba renunciar a un modelo que ha funcionado, y muy bien, pero sí a lo mejor habría que ser más sensibles con determinadas rigideces, como el tamaño de las barricas y otras cuestiones enológicas para dar mejor cobertura a gente, joven y preparada, que está haciendo vinos más libres».
En todo caso, Amaya Cervera considera que los productores de Rioja saben adaptarse:«Es cierto que quizás habría que hacer algo con la oferta de los lineales, pero la mayoría de bodegas ya están combinando la crianza convencional con el hormigón, hay muchas experimentando con otros materiales y, por supuesto, están las clásicas que hacen muy bien lo que han hecho toda la vida». «Para mí –continúa– la gran oportunidad del vino español, y exactamente lo mismo sucede en Rioja, es la diversidad».
«Para mí, la gran oportunidad del vino español, y de Rioja, es la diversidad de viñedos y de estilos»
En este sentido, la periodista considera que «Rioja es la gran joya de España , donde aún mucho está por descubrir y, a mi juicio, debería centrarse en hacer vinos finos y agradables y eso lo consiguen unas bodegas de una forma y otras, de otra». «Me encanta –continúa– probar y conocer vinos de municipio, aunque no esté de acuerdo con la legislación que exige que la bodega esté dentro del mismo; el problema es que en Rioja parece que una cosa, el vino clásico, de mezcla de uvas y de procedencias dentro de la DOCa, está reñido con estas nuevas propuestas y para nada tiene por qué ser así».
Las bodegas:
