En busca de una nueva identidad

Bodega Vico, conocida desde 1956 como la cooperativa Virgen de Vico, pugna por un nuevo espacio en un mundo tan amplio como es el vinícola. En sus casi setenta años de existencia han pasado por diferentes momentos, fruto de diferentes decisiones. Primero, graneles; después, embotellado; más tarde, tiempo de dudas. En el 2009 se fija una nueva idea, una nueva dirección. Coincide con un cambio generacional en el viñedo y en entender, esta vez sí, una nueva vitivinicultura. «Ya no vale todo», dice Carlos Mateo.

La bodega ya no está donde estaba. De ella queda un fantástica tienda de vinos junto a la rotonda en la que desemboca la vieja carretera de las revueltas. Incluso hay una prensa vertical como adorno. Quince referencias de vinos, blancos, rosados y tintos. Sus 150 socios activos y sus cerca de 350 hectáreas de viñedo le proporcionan unas 200.000 botellas que en un futuro cercano lucirán nuevas vestimentas. A esa clásica propuesta suman vinos ecológicos, que colocan en lo alto de la pirámide, caso de Ormus. «Estamos mejorando los vinos continuamente y ahora Vico no tiene que ver como lo que fue», resalta Abad.

Oferta enoturística

Visita sencilla: Bodega y cata de 4 vinos. 10€
Visita completa: Bodega y cata de 5 vinos acompañados de queso, salchichón y chorizo de la zona. 20€
Visita Premium. Bodega y cata de los vinos Ormus y Pilares de Ciencuevas acompañados de queso, salchichón y chorizo. 25€

Satisfechos de sus vinos, otro de sus retos es romper con la comercialización en kilómetro 0. Llegan a Logroño, Madrid, Cataluña, Valencia, Alicante y sur de Francia. «Llegamos, pero hay que posicionarse», asume Mateo.

Vinos de las cuevas de Arnedo

La idea de Vico tiene muy presente, como admite Emilio Abad, donde están. Arnedo es calzado, comienza a ser vino y siempre será una localidad que vivió en las cuevas que existente en sus peñas. La línea de vinos rinde tributo a ellas. Etiquetas como Ciencuevas, que se sustenta en la idea más clásica de Rioja, la clasificación por tiempo de crianza, le dan la fuerza necesaria en el cambio que experimenta y que también acoge orgánicos y ecológicos.
Su vino nace, sin embargo, desde Cantoblanco, incluso desde una maceración carbónica (no es un error) rebelde como es Mocete, de imagen fresca. Si Ormus es su nombre en orgánico con dos monovarietales de viura y tempranillo, otro vino una variedad, Pilares de Ciencuevas, garnacha, es quien lidera la nueva era.