El Puntido evoluciona hacia un restaurante ‘top’

El establecimiento encadena premios: el Best Of Wine Tourism y el mejor pincho de España

Dos le han llegado en las últimas semanas. Uno en los Premios Best Of Wine Tourism, centrados en el enoturismo y cuyo jurado ha considerado El Puntido como «el mejor restaurante situado en una bodega» de la DOC Rioja. La propuesta que lidera Sandra Carvajal es de una cocina «honesta, precisa y meticulosa, basada en el producto, de altísima calidad». El otro galardón lo recogía Ariel Munguía –del equipo de Carvajal– en el Concurso Nacional de Pinchos y Tapas de Valladolid, donde se alzaba con el primer premio. «Creo que estamos haciendo bien las cosas», dice, con humildad, Miguel Eguren, presidente del grupo empresarial familiar Sierra Cantabria.

La bodega de Páganos ha entrado en una nueva dimensión con el restaurante, que se abrió en plena pandemia «y no sin incertidumbres». reconoce. Porque él y su hermano Marcos –enólogo de la compañía– «sabemos de viña y de vinos porque es a lo que nos llevamos dedicando toda la vida». La restauración siempre les había llamado la atención pero al otro lado de la barra, donde se disfruta. «Nuestra idea era complementar la oferta de la bodega, dar la posibilidad de comer en nuestras instalaciones unos platos de calidad, apostando por el horno de leña y por la parrilla». Y el objetivo se está consiguiendo.

Oferta enoturística

‘Trajes a medida’: No es el nombre de ninguna visita sino el concepto por el que apuestan en Viñedos de Páganos, ofreciendo a los interesados experiencias «privadas y personalizadas».

2.500 metros de calados

Al final y al cabo los Eguren –la historia de esta familia de viticultores empieza a escribirse en 1870 y ya van por la quinta generación– siguen siendo fieles a lo que vivieron desde pequeños en San Vicente de la Sonsierra. «Nuestra casa era de piedra, madera y forja, como lo es ahora esta bodega». Y en la cocina y en la mesa «había productos de la tierra y de calidad, que es lo que buscamos ahora en El Puntido».

Mikel Eguren, el hijo de Miguel, interviene en la conversación y apunta que «sin perder nuestras señas de identidad, queremos seguir creciendo. Rioja Alavesa es una maravilla que está despertando, está creciendo... Buscamos que quienes vengan aquí se conviertan en nuestros mejores embajadores en todo el mundo».

Viñedos de Páganos es una de las bodegas de menor producción del grupo con apenas 600.000 botellas pero es el centro logístico de todas ellas. Dispone de helipuerto y un encanto especial en sus entrañas, bajo la fría roca, como son los 2.500 metros cuadrados de calados subterráneos, donde se dan las condiciones óptimas para el envejecimiento del vino.

Agricultores por encima de todo

Los hermanos Miguel y Marcos Eguren se sienten viticultores incluso más que bodegueros. Su padre, Guillermo –el que plantó El Puntido en 1975– siempre se ha considerado un «coleccionista de viñedos» y sus hijos le han seguido la estela. Esa finca que descubrió quien hoy suma 90 años proporciona los principales vinos de Viñedos de Páganos como son El Puntido, El Puntido Gran Reserva y Calados del Puntido. La otra viña de la bodega es La Nieta, una parcela mucho más pequeña, asentada en un suelo de escasa profundidad y plantada también con tempranillo. De ahí sale el vino quizá más borgoñón y elegante de los Eguren en la DOC Rioja. También están presentes en Toro.