BASILIO IZQUIERDO. LAGUARDIA
El laboratorio del profesor
Basilio Izquierdo trabaja con múltiples pequeñas elaboraciones de sus vinos, orange wines y espumosos
Alberto Gil
Justo Rodríguez
55 vendimias y en activo. Es imposible encontrar en el mundo un veterano como Basilio Izquierdo, que, después de toda una vida en CVNE, comenzó en 2007 su proyecto personal pasados los 60 años. Basilio, a quien su padre tardó varios días en inscribir en el registro cuando nació porque estaba de vendimias, elabora unas 7.000 botellas al año, con el blanco y tinto 'B de Basilio' y sus 'Acodo' como referencias principales, pero con múltiples experimentaciones de apenas cientos de botellas: «Me gustan mucho los 'orange wine' y ahora estoy empezando unas pruebas con el ancestral, un espumoso que nació en Limoux antes que el champagne de Don Perignon». «Tengo experiencia en espumosos, en CVNE, en 1985, elaboré unas botellas con viura para mi boda y en el 2006 hice unas 200 botellas con hondarrabi zuri (uva de txakolí), mientras que desde el 2009 trabajo la garnacha tinta en mi bodega para espumosos blanc de noir (blanco de uva tinta) y rosados de Rioja».
B DE BASILIO
Precio 49 euros
Variedad tempranillo, garnacha y graciano. Cupaje clásico para un gran vino de viejos viñedos
Basilio es uno de los grandes de Rioja. Enólogo, aunque, quizá, más reconocido en Francia que aquí –fue seleccionado por la Escuela de Enología de Burdeos como uno de sus 50 alumnos excepcionales–. Inventó los OVI (objeto volante identificado para trasladar con mimo las uvas a los depósitos y evitar golpes innecesarios), que luego copiaron bodegas de todo el mundo. Sigue siendo un innovador.
Su bodega es una pequeña alegoría al 'desorden', un maravilloso mundo de barricas, tinajas, huevos de plástico y de hormigón, con las que experimenta sin renunciar a nada. Uno de sus últimos lanzamientos fue El Altísimo de la cosecha 2011, un vino de larguísima crianza, un gran reserva del siglo XXI, y un homenaje a los grandes clásicos: «La clave está en encontrar las uvas para estos vinos de tan larga guarda, pero hoy en día se pueden seguir haciendo y, de hecho, probablemente vuelva a haber Altísimo de la cosecha 2020».
También experimenta la crianza en botellas de un litro, en lugar de 75: «Me gusta trabajar a mi aire, probar cosas que hay por el mundo y una de las mejores cosas que está pasando en Rioja es esta nueva generación de mente abierta, que están trabajando el viñedo y elaborando vinos sin cortapisas y que están dando prestigio a Rioja».
