GastronomÃa y vino
Alianza con el tiempo
La Rioja Alta dispone de tres comedores y una cocina de temporada
Texto: Pablo G. Mancha | Fotos: Justo RodrÃguez
En La Rioja Alta se cultiva con esmero la paciencia; desde cualquier punto de vista que se divise la bodega, todo el trabajo nace la perseverancia y la alianza con los años. Cimientos de una firma centenaria que esculpe sus vinos con el ritmo de la donosura, del respeto máximo a un entorno, a sus variedades y al compromiso con las personas que le dan forma. Por eso la gastronomÃa en esta bodega tiene la misma filosofÃa: respeto a la temporalidad en los productos, tradición renovada con técnicas modernas pero sencillas y poca retórica, calidad y calidez del placer que supone comer en la bodega no como alternativa a ningún restaurante local (los fines de semana no hay servicio) sino como un árbol que asombra con su sombra a los fieles de La Rioja Alta, que son legión y que contemplan la bodega como parte de su casa e incluso de ellos mismos.
La Rioja Alta
Tres comedores, de 30, 18 y 10 personas
Horario: Se encuentra abierto de lunes a viernes a mediodÃa (no hay horario fijo de apertura)
Es imprescindible realizar reserva previa. Llamando al 945 621 154 o en info@riojalta.com
Elaboración pausada, producto y tradición definen los pilares de la cocina de La Rioja Alta que dirige Arrate Ibisate (arriba, con su equipo)
Uno tiene la sensación, medida y clara, que comer en esta bodega tiene rango de acontecimiento familiar. El equipo de cocina está capitaneado por Arrate Ibisate, tolosana y formada en la Escuela de HostelerÃa de Santo Domingo de la Calzada, donde logró argumentar técnicamente su pasión: «Yo salgo de la cocina de la bodega y cocino en casa con el mismo disfrute puesto que este trabajo es una pasión y asà lo vivimos».
Explica Arrate que busca dotar de una personalidad confiable a la cocina de La Rioja Alta: «Tenemos un aliado básico y extraordinario que es el vino y pensamos constantemente en él para elaborar los menús».
Y si uno se asoma a la carta de otoño, aparece una enorme variedad de aperitivos, primeros platos, segundos y postres: «Nos gusta renovarnos constantemente, mantener una misma lÃnea, pero hacer cosas que llenen el paladar».
En entrantes el eclecticismo es maravilloso: delgadillas con tomate picante, pimientos del piquillo rellenos (no podÃan faltar), anchoas con piparra, setas en tempura, pimiento verde relleno de manitas de cerdo y croquetas tan deliciosas como las de rabo de toro.