El desafío alavés
Jesús Martínez Bujanda, Bodegas Valdemar
Por Alberto Gil | Foto Justo Rodríguez
Jesús Martínez Bujanda dirige en Oyón (Rioja Alavesa), junto con su hermana Ana, Conde de Valdemar, el proyecto que Jesús, su padre, inició en el año 1985 con el lanzamiento de vinos innovadores, la apuesta por variedades tradicionales minoritarias y con la puesta en marcha hace ya una década de Inspiración Valdemar, una bodega para vinos de finca y parcela, fruto de la catalogación de las 250 hectáreas de viñedo que la familia tiene en propiedad y que abarcan las tres subzonas de Rioja.
Martínez Bujanda no tiene reparos en entrar en el debate que se ha abierto en Álava con la propuesta para crear una DOP propia y deja claro que «Rioja necesita diferenciar sus viñedos y es en el trabajo en que estamos inmersos, pero creo que es un error un planteamiento rupturista».
Descarta, asimismo, el «falso debate entre grandes y pequeños» y asegura que «no todo lo pequeño es bueno ni todo lo grande es malo». «Elaborar un millón de botellas –explica– permite seleccionar producciones y trabajar con ediciones limitadas». En este sentido, recuerda que «así nace Inspiración Valdemar en el año 2005; es decir, a nadie se le ha ocurrido de repente la necesidad de diferenciar los viñedos, sino que es algo que ya estaba ahí».
El bodeguero, cuya familia arrastra una tradición más que centenaria, entiende que «Rioja es muy grande y todos los operadores son necesarios porque producimos mucha uva; la clave es buscar una fórmula para todos y, desde luego, está en la diferenciación».
Martínez Bujanda cree que el camino emprendido por el Consejo Regulador –«que promovió el Grupo Rioja por muchas cosas que se digan»– es bueno y se muestra abierto a cualquier posibilidad siempre que sea dentro de la Denominación de Origen: «La calidad está en la viña y por eso creo un acierto diferenciar los viñedos más que con los vinos de pueblo que no marcan realmente las diferencias que existen dentro de una misma localidad, pero por mi parte estoy abierto a todas las propuestas que se hagan». «En Rioja –continúa–, hay tres subzonas, mi bodega está en la alavesa pero hay viñedos extraordinarios en las tres, por eso creo que tiene más sentido hablar de viñedos que de otra cosa».
El bodeguero insiste en que «me gustaría que todas las asociaciones de la Denominación se sumasen al debate para que todo el mundo aporte y se alcance un modelo que revise el actual». «Nosotros –agrega– tenemos claro que pasa por la diferenciación de los viñedos porque la calidad está en la viña».