FERNÁNDEZ EGUÍLUZ. ÁBALOS

Vinos de glu-glu

Peña La Rosa defiende la elaboración y el cultivo tradicional como una oportunidad para Rioja

Pilar Fernández pisando blanco, pura artesanía.
Pilar Fernández pisando blanco, pura artesanía

Lo mejor de este tipo de vinos es que sirven para acompañar tanto un huevo frito como una carne roja», argumenta Pilar Fernández Eguíluz, de Bodegas Peña La Rosa (Ábalos). «Son vinos que yo llamo de 'glu-glu'; frescos y fáciles de beber que sí creo que tienen demanda, aunque podrían tener más y sólo hay que mirar a Francia, a Beaujolais, donde han convertido una tradición en un gran negocio».

Bodegas Fernández Eguíluz es una pequeña bodega familiar creada por Julián Fernández Garrido y que hoy gestionan sus hijos Pilar y Carmelo.

Trabajan 13 hectáreas de viñedo en propiedad y su principal activo es la edad de los viñedos:«Tenemos viñas muy viejas y eso es fundamental para la maceración carbónica porque nos van a dar uvas muy sanas y duras, que es lo que principalmente se necesita», explica Pilar.

PEÑA LA ROSA

Precio 4 euros

Variedad Tempranillo 100% seleccionado y vendimia a mano.
PEÑA LA ROSA

Prácticamente, todos sus vinos los elaboran por maceración carbónica, por supuesto su joven Peña La Rosa ( 'Peñita'), pero también elaboraciones limitadas de viñas centenarias:«Hacemos unas 500 botellas de un desgranado a mano, cuyas uvas fermentan enteras en una semimaceración carbónica, pero en casi todos los otros vinos utilizamos también el raspón».

Pilar recuerda que era así como elaboraba su padre y que habría que potenciar esta técnica en Rioja por tradicional y enraizada en toda la Sonsierra:«Por lo que sea tiene fama de elaboración menor, incluso alguno piensa que echamos algo cuando ponemos maceración carbónica en la etiqueta, pero son vinos ideales para jóvenes, por ejemplo, como vemos en las Jornadas de Puertas Abiertas de Ábalos». «Son suaves y amables –continúa– y las bodegas, en general, tenemos un grave problema porque casi nadie consume vinos hastaque no tiene 40 años». «Como en la viña –concluye–, donde los abuelos han demostrado saber más que nosotros, creo que deberíamos respetar más de dónde venimos».