Viñedos Planas Altas. Baños de Río Tobía

Del Najerilla a Yerga

Pedro Garnica elabora un tinto con tempranillo, graciano y una garnacha, «que le da la vida al vino»

Diego Marín A.

El bisabuelo de Pedro Garnica, Melquiades Entrena, fundó en 1922 Bodegas Entrena en Navarrete. «En aquellos tiempos se dedicaba a repartir el vino con el burro y los pellejos por los pueblos», rememora Pedro Garnica. El negocio familiar lo heredaron sus hijos y fue uno de los gérmenes de las bodegas AGE y Berberana.

Pedro Garnica

Variedad 50% tempranillo, 25% garnacha y 25% graciano. Crianza 13 meses en barrica de roble francés. Precio 7,5 euros

A Pedro Garnica le terminó de contagiar la pasión por el vino Juan Carlos Sancha, quien le ayudaba en el cuidado de los viñedos familiares. «Ahora mismo gestiono parte de la herencia familiar, unas 80 hectáreas con más de una veintena de variedades distintas, de forma queno puedo vendimiar solo la garnacha y el graciano porque, de pronto, me encuentro con cinco cepas de maturana y otras que ya ni se conocen en Rioja», señala el viticultor.

Los viñedos se encuentran en las faldas del monte Yerga, entre Aldeanueva de Ebro, Autol y Alfaro, a unos 600 metros de altitud, y con un suelo arcillo-calcáreo con cantos rodados. «Yo creo que la garnacha tiene un potencial enorme en esa zona, la de Yerga; es la suya, la altitud le da más frescura», expone el viticultor. Con esa uva elabora el vino Pedro Garnica, un tinto compuesto por un 50% de tempranillo, 25% de garnacha y 25% de graciano. «La garnacha es la que le da la vida al vino tinto, aporta acidez y frescura, aromas frutales», detalla, porque «el tempranillo madura demasiado allí, quizás no es la zona más adecuada para ella, y, gracias a la altitud, la garnacha está en su punto óptimo».

No obstante, recientemente ha plantado cinco hectáreas de tempranillo blanco y otras tantas de maturana blanca que «elaboro ya en la bodega de Baños de Río Tobía y es el vino que más me ponderan». Y es que Pedro Garnica cuenta con una nueva bodega a la entrada del municipio del valle del Najerilla. Trabaja también con otros ensamblajes, con un monovarietal de garnacha y vinos singulares en proceso, sin calificar y, por tanto, sin comercializar. «La garnacha es la que mejor expresa el potencial del monte Yerga, aunque la maturana blanca todavía tiene mucho que decir», insiste Pedro Garnica.

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