Bodegas La Rioja Alta. Haro/Labastida

La adaptación que empezó en la viña

La bodega centenaria asume el compromiso de la sostenibilidad y desde el campo ha conseguido trasladarlo a todos los procesos de la elaboración

Roberto Frías, director de viticultura del grupo La Rioja Alta.

Hace ya varios años, que el consejo de administración del grupo La Rioja Alta, SA decidió asumir el compromiso de contribuir a frenar el deterioro del medio ambiente. Trasladó su planteamiento tanto a los responsables del campo como a los de los procesos en bodega y llevaron a cabo una adaptación que comienza en la propia viña y continúa con el paso del vino por las instalaciones bodegueras. Aunque el objetivo más inmediato no es la certificación de vinos ecológicos, Roberto Frías, director de viticultura del grupo Rioja Alta, sí que trabaja en hacer vinos cada vez más naturales. Apostaron también por la garnacha, fundamental en su Viña Ardanza, con la compra de un precioso viñedo en Tudelilla, en la Pedriza, por ser una variedad más resistente y más adaptada al cambio climático que el tempranillo, por ejemplo.

Además, la bodega cuenta con seis estaciones en sus viñas para poder analizar el riesgo de plagas y así poder actuar de forma muy concreta y respetando los plazos para que no haya en el vino ningún rastro de pesticidas. Otras veces recurren a la confusión sexual para evitar los químicos, aunque Frías también reconoce que una de sus mayores preocupaciones, en torno a la sostenibilidad, es «tener la cubierta vegetal suficiente en los suelos para que si llueve fuerte, especialmente en laderas, no se pierdan centímetros de suelo como pasó en algunos sitios el año pasado. Con ello, pierde el planeta, pero también nuestros vinos». Si las viñas se han cuidado y se han mimado, la uva será mejor y dará mejores vinos, pero para ello, ese buen trato al vino debe acompañarse en la bodega, donde La Rioja Alta ha continuado su apuesta por la sostenibilidad.

Viña Ardanza Reserva

Precio 24,79 euros

Uno de los vinos más emblemáticos de Bodegas La Rioja Alta. Fresco y elegante, es un referente dentro de la DOC Rioja.
Viña Ardanza Reserva

La bodega

Para ello, José Domingo Reinares –director de procesos de La Rioja Alta– explica que lo que se ha tratado de hacer es «adaptar la tecnología a los procesos y no al revés». La bodega es un referente en los vinos de Rioja, su historia la avala y, por ello, no puede haber cambios drásticos, pero sí han ido sustituyendo elementos por otros más eficientes y sostenibles, aunque sin afectar al vino.

«Rioja Alta se ha dotado de tecnología eficiente, pero sin alterar los procesos»

Así, el control de temperatura de los depósitos de fermentación ya no se realiza con duchas de agua sino con placas (lo que ha reducido un 70% el gasto energético) o la climatización de la nave de barricas se hace de forma natural (por la transferencia de temperatura del jardín exterior que la cubre)y con ultrasonidos que hacen innecesario pulverizar agua.

Reinares, con las placas solares del jardín ubicado sobre la nave de barricas de la bodega
Reinares, con las placas solares del jardín ubicado sobre la nave de barricas de la bodega