castillo de cuzcurrita. cuzcurrita de río tirón

Un castillo, unos viejos viñedos y un tilo

Castillo de Cuzcurrita rezuma elegancia tanto en sus piedras como en los vinos que surgen de sus viñas vecinas

TOÑO DEL RÍO Toño del Río Justo Rodríguez Justo Rodríguez
El castillo de Cuzcurrita, de los siglos XIV y XV, y el imponente tilo de su jardín.
El castillo de Cuzcurrita, de los siglos XIV y XV, y el imponente tilo de su jardín.

Un castillo del siglo XIV en un jardín generoso de árboles rotundos entre los que un emerge un tilo como referente de semejante escenario; y una moderna bodega con un añoso viñedo, encerrado todo en un recinto amurallado. Es la bodega Castillo de Cuzcurrita, que no disimula una elegante exclusividad que rezuma por todas sus piedras. Tanta elegancia como en sus vinos. Y no le faltan razones. Además de su imponente arquitectura, la bodega, fundada en 1999, se codea ya entre los grandes elaboradores de Rioja en, por ejemplo, la exclusiva lista del wine master Tim Atkim.

Tras cruzar Cuzcurrita, dos paredes de piedra jalonan la calle de acceso al Castillo, lo que da cierta pompa a la visita. Casi uno echa de menos un puente levadizo, pero se queda mejor con la vista de las viñas que saludan según se accede a tan aristocrático recinto. Viñas de hojas ocres pero que, siendo noviembre, aún muestran cierto vigor vegetal.

Ana Martín, brindando en los jardines del castillo.
Ana Martín, brindando en los jardines del castillo.

Recibe Ana Martín Onzain desde la atalaya de su laboratorio. Es la responsable técnica de la bodega y de la fama que hoy gozan sus vinos. Vinos que responden a una misma filosofía, según explica: «Elaboramos únicamente con uvas de nuestra zona, de la parte más occidental de la Rioja Alta, de viejos viñedos cultivados en vaso y de bajas producciones».

Así, de la bodega que la nueva propiedad terminó de construir en el 2005 dentro del espacio amurallado, surgen esos vinos cuyo hilo conductor es el respeto con el entorno.

Oferta enoturística

Nada distinto de lo que manifiesta el proyecto enoturístico de Castillo de Cuzcurrita, que pretende ser poco invasivo, nada masivo y centrado, sobre todo, en los viñedos que hacen la primera parte de la magia que se descubre en el Tilo o el Cerrado, dos vinos que en sí mismos justifican el esfuerzo de la casa.

El castillo, de los siglos XIV y XV, está perfectamente restaurado. La última intervención data del 2001. Aunque acoge una colección de arte contemporáneo internacional, algunas de cuyas obras se pueden disfrutar en el resto del recinto, el acceso está restringido al visitante ocasional. Este sí puede disfrutar antiguas máquinas de elaboración y las diferentes especies botánicas en el jardín del castillo.

Señorío de Cuzcurita

Reserva 2018

Vino de municipio. Tempranillo 100%, de las viñas del entorno del castillo. Suelo de cantos rodados, subsuelo arcillo calcáreo
Señorío de Cuzcurita 2018