LUBERRI. ELCIEGO

Un testigo de cada cosecha

Luberri vende todos los años unas 140.000 botellas de un maceración que muchos esperan ya para diciembre

Florentino, con una copa de Luberri
Florentino, con una copa de Luberri.

Uno de los iconos de la maceración carbónica de Rioja es Luberri. Un vino que Florentino Martínez Monje (Familia Monje Amestoy-Luberri, Elciego) embotella ya en diciembre y que, en condiciones normales, tiene vendido al 50% para finales de enero: «La mitad de nuestra bodega, casi 150.000 botellas, es Luberri, con un cliente que espera incluso impaciente el cada cosecha», explica el bodeguero. «Este año de hecho, con el COVID, hemos terminado el maceración carbónica, mientras que del resto, por el cierre hostelero, sigue buena parte en bodega». Florentino es un defensor de la maceración carbónica: «Cuando empecé en Artadi era el vino principal, y lo mismo cuando hice mi propia bodega; es la elaboración tradicional de Rioja Alavesa y la Sonsierra; yo no soy carpintero sino viticultor y, aunque utilizo barricas en muchos vinos, nada hay más franco que el Luberri: la propia cultura, el suelo y el clima de Rioja Alavesa lo justifican».

LUBERRI

Precio 7 euros

Variedad Tempranillo y viura (5%) para un conjunto fresco y y muy agradable.
LUBERRI

Con 70 años asegura «no tener nada que demostrar ni que callar», así que salta cuando se le pregunta por si este estilo de elaboración está de moda: «Es cierto que cuatro 'iluminados' dicen ahora que echan raspón y que hacen vinos naturales, que viene un enólogo de treinta años a decirnos que hay que dejar hierba en el viñedo, cuando mi abuelo y mi padre eran más biodinámicos que nadie porque no tenían más que un saco de cal para el tratar las viñas...». «Poco hay más natural que un vino hecho con cariño, y yo hago incluso algún vino sin sulfitos añadido, pero lo que ofrece vinos como son es la maceración carbónica». El bodeguero celebra, en todo caso, la introducción del frío y de las mejoras técnicas:«Viví muy de cerca el tufo con cuatro años...;utilizo levaduras porque ayudan a fermentar y también el frío, que es clave para la maceración carbónica, así que me gusta la tradición, pero no estoy cerrado a las mejoras». Florentino aporta también un porcentaje de uva blanca a su Luberri: «Está en las viñas, en las cabezadas que plantaron nuestros abuelos, con cepas blancas para elaborarlas con las tintas».

Considera que los vinos de maceración no están justamente valorados:«Se ofreció en los bares mucho 'gato por liebre', vinos baratos y malos que se vendían como maceración y ni siquiera lo eran».