ABEICA. ÁBALOS

El mito de la longevidad

Isabel Fernández defiende que la maceración carbónica es apta y singular también para los vinos criados

Isabel, con su sobrino Ricardo, enólogos de Abeica
Isabel, con su sobrino Ricardo, enólogos de Abeica.

Isabel Fernández, Bodegas Abeica (Ábalos), elabora prácticamente todos sus vinos –«menos algún juguete»– por maceración carbónica. Su joven Chulato –ahora en dos versiones, el habitual de grafía roja, y el etiquetado y trazado como vino de Ábalos, con letras azules– es una de las grandes referencias riojanas de esta técnica de fermentación:«Nosotros siempre hemos apostado por la maceración, incluso para vinos criados, y de hecho tenemos grandes reservas, que sólo hacemos en las añadas que consideramos muy especiales, que están extraordinarios». «Este mito de que los vinos de uva entera no envejecen bien no deja de ser 'leyenda' y, de hecho, hay vinos del siglo pasado de bodegas históricas, que embotellaban vinos que compraban cosecheros hechos por maceración carbónica, que incluso han demostrado estar más vivos que los despalillados».

En todo caso, la enóloga es una absoluta enamorada de los vinos jóvenes:«Mi abuelo decía que el vino joven era para comer y disfrutar y el otro, el criado, para viajar;es el vino joven, sin maquillaje, el que dice cómo se hacen las cosas en una bodega, pero, por supuesto, lo más importante pasa en la viña».

CHULATO

Precio 6 euros

Dos versiones, el tradicional y un segundo seleccionado y trazado como vino de pueblo
CHULATO

Isabel lamenta incluso que haya importantes prescriptores de vinos que no presten atención a la maceración carbónica:«Algunos no quieren ni catar los vinos, aunque parece que ahora se está poniendo un poco más de moda porque algunos ha descubierto la frescura y la amabilidad en su paso por boca, pero creo que en Rioja, en general, no hemos sabido defender este tipo de vinos que tienen una gran personalidad y también una importantísima tradición en toda la Sonsierra».

Aun con la incorporación de la nueva generación –Ricardo, en la enología, Raúl y David– los tres hermanos Fernández se mantienen fieles los principios de Abeica:«Nuestro abuelo nos decía que no tratásemos de hacer un vino para que le gustase a todo el mundo porque no lo íbamos a conseguir». «Nosotros –continúa– intentamos hacer el vino que nos gusta, el que nos enseñaron a hacer con nuestros propios viñedos, y, eso sí, lo hacemos con el mayor cariño y mimo posible».