bodega vico. arnedo

En busca de una nueva identidad

Bodega Vico profundiza en el giro que acordó en el año 2009: apuesta decidida por vinos que reflejen la personalidad de Arnedo y su comarca y una nueva forma de entender el trabajo en el viñedo y en la bodega

José Martínez Glera José Martínez Glera Justo Rodríguez Justo Rodríguez
Carlos y Miguel, en la cueva de los Cien Pilares.
Carlos y Miguel, en la cueva de los Cien Pilares.

Somos conscientes de lo que somos y dónde estamos, pero trabajamos en vender el vino de Arnedo y no en mandar a otro pueblo a quienes quieren comprar».

En las palabras de Emilio Abad, gerente de Bodega Vico, y de Carlos Mateo, responsable de comercialización, se mezcla un sentimiento constante de mejora, de creer en lo que están haciendo y de reivindicación de una tierra y unos viñedos desconocidos.

Bodega Vico, conocida desde 1956 como la cooperativa Virgen de Vico, pugna por un nuevo espacio en un mundo tan amplio como es el vinícola. En sus casi setenta años de existencia han pasado por diferentes momentos, fruto de diferentes decisiones. Primero, graneles; después, embotellado; más tarde, tiempo de dudas. En el 2009 se fija una nueva idea, una nueva dirección. Coincide con un cambio generacional en el viñedo y en entender, esta vez sí, una nueva vitivinicultura. «Ya no vale todo», dice Carlos Mateo.

Emilio Abad y Carlos Mateo, en la tienda de Bodega Vico.
Emilio Abad y Carlos Mateo, en la tienda de Bodega Vico.

La bodega ya no está donde estaba. De ella queda un fantástica tienda de vinos junto a la rotonda en la que desemboca la vieja carretera de las revueltas. Incluso hay una prensa vertical como adorno. Quince referencias de vinos, blancos, rosados y tintos. Sus 150 socios activos y sus cerca de 350 hectáreas de viñedo le proporcionan unas 200.000 botellas que en un futuro cercano lucirán nuevas vestimentas. A esa clásica propuesta suman vinos ecológicos, que colocan en lo alto de la pirámide, caso de Ormus. «Estamos mejorando los vinos continuamente y ahora Vico no tiene que ver como lo que fue», resalta Abad.

Oferta enoturística

Satisfechos de sus vinos, otro de sus retos es romper con la comercialización en kilómetro 0. Llegan a Logroño, Madrid, Cataluña, Valencia, Alicante y sur de Francia. «Llegamos, pero hay que posicionarse», asume Mateo.

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