Bodegas Vivanco. Briones

Búsqueda de equilibrio y complejidad

Rafael Vivanco presentará sus espumosos en 2020

Pablo G. Mancha Justo Rodríguez

Rafael Vivanco solicitó al Consejo en 2015 un proyecto de elaboración experimental con la idea de crear para su bodega vinos espumosos con método tradicional: «Lo hice con viñedo propio de la zona alta de Briones y con distintas variedades para acumular experiencia e ideas, desde diferentes maduraciones y graduaciones hasta la sutileza con la que hay que desarrollar las extracciones en los prensados. Hice el tiraje, lo tengo ahora en rima, y estoy comprobando su evolución. También estoy haciendo pruebas de mezclas en los vinos base para conocer la forma en la que cada variedad juega un papel para aportar complejidad y equilibrios».

«Las variedades minoritarias son las que nos diferencian»

Rafael Vivanco tiene claro que la complejidad la ofrece «la mezcla de las variedades» y que el equilibrio es esencial «porque se trabaja con uvas que no llegan a su punto de madurez. Y además, yo no tenía un conocimiento previo sobre cómo se comportaba el tempranillo blanco (es un ejemplo) en este tipo de elaboraciones».

Método tradicional

Comenzó con el proyecto de espumosos con pruebas en 2015 y saldrá con dos líneas: rosado y blanco.

En 2017, el Consejo Regulador avisó a las bodegas que habían mostrado interés (unas ocho en el conjunto de la DOCa) de que ya se podían dar los primeros pasos en cuanto a los espumosos porque estaba a punto de aprobarse la nueva categoría: «En ese momento enfoqué claramente mi idea de hacer un vino base de mezcla. Para la segunda fermentación en botella, tras el tiraje, he hecho mi propio coupage con las conclusiones que he ido sacando desde 2015».

Y, obviamente, siendo fiel al trabajo de recuperación que define la carrera enológica de Rafael Vivanco, la clave de estos vinos son «nuestras variedades minoritarias que son las que nos diferencian, nuestro libro de estilo como viticultores y las que nos ofrecen una complejidad y un equilibrio asombroso».

La bodega de Briones está trabajando en dos líneas: «Una blanca y otra rosada, porque me parece que en el mundo del método tradicional de calidad, el rosado tiene mucho valor y cuenta con un público muy fiel. En 2018, además de continuar el proyecto de blancos, incorporé un rosado. Mi idea es que coincidan los dos en el mercado y el horizonte de tiempo no está claro pero puede ser el año que viene».

Existen muchos vinos de este tipo que se definen más por sus aromas terciarios que por la complejidad que ofrece la añada, el suelo y la variedad. Rafael tiene clara su aspiración: «Busco ese aroma de la elaboración pero también que se sienta el origen y la procedencia de la uva. Creo que es lo más hermoso».

Nuevos Riojas: Vinos espumosos