Bodegas Marqués de Riscal. Elciego

Finura, potencia y elegancia de Las Tapias

Un viñedo emblemático en Elciego

Pablo G. Mancha Fernando Díaz

Francisco Hurtado de Amézaga desliza sus dedos con suavidad por las hojas enrojecidas por el otoño de una de las cepas de Las Tapias: «Todos los que trabajamos en esta bodega sabemos la calidad de las uvas que nos ofrece esta finca, su finura, su potencia, su elegancia; es la base de los grandes vinos de Marqués de Riscal», explica el director técnico de la centenaria bodega. Estamos en Elciego, en una finca que se asoma en una terraza fluvial a uno de los recodos que dibuja el Ebro muy cerca de Cenicero.

Las Tapias data de 1968, se plantó a la antigua usanza, hincando un ‘barbao’ e injertándolo sobre el terreno con una viña muy vieja que tenía fama porque daba una calidad única. «La mezcla con Rupestris de Lot dio un resultado excepcional», sostiene Francisco, que es un enamorado de este paraje. Para el vino que surgirá –como reserva– de este viñedo singular se ha hecho una selección concreta de menos de tres hectáreas de la totalidad de la finca, que suma unas veinte en toda su extensión. «El proceso en el que estamos inmersos ahora es reconvertir todo este viñedo a las características del singular; llevamos años plantando y reinjertando con la leña de Las Tapias porque estamos comprobando que se su carácter tiene, además, la virtud de transmitirse muy bien».

Las Tapias 2017 Tinto

Se comercializará como reserva y se posicionará en lo alto de la pirámide.

  • Bodegas Marqués de Riscal
  • C/ Torrea 1, 01340 Elciego (Ãlava)
  • 945 60 60 00
  • marquesderiscal.com

Francisco Hurtado de Amézaga coge un terrón de tierra a los pies de una cepa: «Es mi favorita, suelo de terrazas muy antiguas por donde pasó el Ebro hace millones de años que nos ha dejado una tierra menos arcillosa de lo habitual, un punto más cascajosa, suelta y que tiene debajo una capa de caliza muy marcada a partir de setenta centímetros de profundidad. Además, ese ligero tono colorado de algunas zonas se debe a unas arcillas ferruginosas muy ligeritas que también determinan la singularidad de esta finca».

Las Tapias data de 1968, se plantó con ‘barbao’ y se injertó tempranillo viejo

La viña está rodeada de jara, lavanda, salvia, romero y tomillo y está completamente individualizada desde hace unos cuarenta años: «Una de las virtudes de su vino es que envejece de forma maravillosa. Ha participado en las mezclas de nuestros grandes como Barón de Chirel».

El primer vino singular de Las Tapias será del 2017, el año de la helada que a esta zona no influyó. «Fue un ciclo seco, que aquí es sinónimo de calidad. Esperamos todo lo que pudimos para vendimiar, puede parecer que ya está madura pero hay que esperar más y más... Llegó un momento en el que la uva estaba magnífica. El vino será muy armónico, especiado y con una enorme intensidad frutal».

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