El desafío alavés

Roberto Oliván, Tentenublo Wines

«Nada tiene que ver Viñaspre, mi pueblo, con Samaniego o con Oyón»

Por Alberto Gil | Foto Justo Rodríguez

Roberto era socio de la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (Abra) hasta que se conoció la petición para pedir una denominación propia: «Entiendo que no se pueden defender desde la misma asociación los intereses de quienes nos quedamos en Rioja de los que se van».

Oliván, uno de los talentos jóvenes de Rioja reconocidos en todo el mundo vitivinícola, explica que «yo he conseguido diferenciar mis vinos en cinco años de mucho trabajo; tengo vinos de pueblo, vinos de paraje y de parcela y mi idea es seguir haciendo las cosas a mi manera».

Oliván asegura que «nadie me ha explicado en condiciones qué significa y a donde va la nueva DOP ‘Viñedos de Álava’ e intuyo cierto trasfondo político, por lo que, en principio, no me gusta».

El viticultor de Viñaspre, una pequeña aldea de Lanciego donde cultiva sus viñedos, recuerda que «he conseguido que Viñaspre llegue a ser conocido mediante mis vinos, con mis etiquetas en Nueva York y en otras muchas ciudades y zonas del mundo; mi intención es seguir con lo que estoy haciendo desde hace años».

Roberto Oliván explica, en referencia a la propuesta alavesa de denominación de origen, que «nada tiene que ver Samaniego con mi pueblo y nada tiene que ver Viñaspre con Oyón». «Pero es que ni siquiera viñedos de mi pueblo –continúa– tienen que ver nada entre sí, así que si la casa no tiene buena base se caerá».

El viticultor apunta que «en Rioja hay mucho interés económico y, cuando existe este interés, también suelen aparecer los políticos, así que yo, aquí... en mi pueblo y en mis viñedos».

En cualquier caso, es crítico también decisiones que se toman en Rioja como la reciente eliminación de los límites para elaborar blancos varietales de uvas foráneas: «No creo que vaya en la línea de diferenciación que supuestamente persigue el Consejo Regulador». «Sobre los viñedos singulares –continúa–, para mí se ha empezado la casa por el tejado, por arriba, cuando era mejor haber comenzado por los vinos de pueblo para llegar más adelante a la parte alta».